Sabías que nuestro cerebro está predispuesto a la música
La Psicología de la Música abarca diversas líneas de investigación, ya que el comportamiento musical es muy rico y variado. En este artículo abordaremos la música como un indicador de vulnerabilidad emocional. De acuerdo al libro: “La psicología social y aplicada de la música” de Adrian North, que fue publicado por Oxford University Press la música está muy relacionada con el comportamiento de cada persona: “lo que escuchas en forma involuntaria o aleatoria influye en tu estado de ánimo y pensamientos”.
Según esta teoría primero existe el estado psíquico a partir de ahí cada persona busca una música que encaje con dicho estado anímico, a la inversa funciona igual, por ejemplo, si estas triste y escuchas una melodía alegre, rítmica, animada tu estado de ánimo irá mejorando haciendo que te sientas más feliz.
Dentro del cerebro existe la música, está a su vez es movimiento, incluso es responsable en el movimiento del cuerpo desde épocas ancestrales. Impulsa a la actividad física y devela los misterios del cerebro.
El cerebro trabaja con oscilación y ondas, al escuchar música crea picos de emociones que incrementan la cantidad de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer, ayudando a procesar el miedo, la tristeza, el resentimiento y el dolor, así solo estén presentes a nivel subconsciente.
Más allá del entretenimiento la música constituye el estímulo más eficaz que recibe el ser humano, te puede emocionar hasta que tengas la piel de gallina o transportarte a momentos especiales de la vida, también dice mucho de quién eres, de tu personalidad.
Según un estudio realizado por el profesor North, afirma que si tu preferencia musical es el jazz, el folk o la música clásica, esto te define como una persona creativa, abierta a nuevas experiencias, con un buen manejo de habilidades verbales y estabilidad emocional, si te gusta la música pop tu cualidad principal es ser trabajador. Si eres amante del rap, del hip hop; extrovertido, atlético, atractivo y liberal son tus características o lo tuyo es el heavy metal; la ternura, la tranquilidad y la sensibilidad te identifican. Así las personas creativas tranquilas e introvertidas tienen en común el gusto por la música clásica y el rock. Los fans del country, el pop y la música religiosa son conservadores políticamente y tienden a seguir al rebaño escuchando música convencional.
La encuesta hecha a más de 36 mil individuos de todo el mundo en una de las investigaciones más grandes realizadas en la actualidad, ha revelado rasgos comunes de personalidad en quienes escuchan la misma música sin importar la nacionalidad, ni la edad.
Dicha encuesta ha clasificado como sistematizadores a las personas que gustan del jazz, punk, hard rock y experimentos sonoros, en tanto que los empatizadores se sienten más cómodos con el folk, rythm & blues, rock suave o el pop.
Enseguida verás las singularidades de las personas respecto al ritmo musical favorito:
- Blues: tienen autoestima alta; creativos, extrovertidos y gentiles.
- Jazz: sienten confianza en sí mismos, son creativos y relajados.
- Música Clásica: autoestima alta, gentiles, creativos e introvertidos.
- Rap: autoestima alta y extrovertidos.
- Reggae: autoestima alta, creativos, perezosos, extrovertidos y relajados.
- Indie: autoestima baja, creativos, perezosos y nada gentiles.
- Rock/Heavy Metal: autoestima no muy alta, creativos, introvertidos y gentiles.
- Pop: autoestima alta, muy trabajadores, extrovertidos, poco creativos nada relajados.
Se tiene certeza del beneficio de la música en la salud, te pone de buen humor, reduce la presión sanguínea y hasta mejora la función muscular.
Un equipo de investigadores liderado por Irma Järvelä de la universidad de Helsinki en Finlandia descubrió los principios moleculares que conducen los cambios en nuestro cerebro. Es así como la música clásica altera la función de los genes; al escuchar música la actividad de los genes implicados mejora la secreción y el transporte de la dopamina, la función de sinapsis, el aprendizaje y la memoria.
Específicamente los investigadores separaron a los participantes en dos grupos aquellos que estaban acostumbrados a escuchar música clásica y aquellos que no, posteriormente a todos los participantes se les dio a escuchar el concierto número tres para violín en G-mayor de Wolfgang Amadeus Mozart.
Para hallar la diferencia se midió el perfil transcripcional de todo el perfil de la sangre periférica antes y después de la exposición a la música. Los resultados obtenidos después de la música, mostraron cambios a nivel genético en los participantes con experiencia musical:
- La música clásica impulsó la función de los genes relacionados con la memoria, el aprendizaje y el funcionamiento cerebral además de un receptor específico que regula el estrés, la depresión y hasta los comportamientos adictivos.
- Neutralizó la función de los genes relacionados con el envejecimiento cerebral y el deterioro neuronal, incluyendo los genes relacionados con el Alzheimer y otras enfermedades.
En tanto que en los participantes sin experiencia no se revelaron cambios significativos a nivel genético.
Sin importar cual sea tu estilo musical, nos gustaría que escucharas esta canción y nos escribas en los comentarios, que sensación o que sentimientos experimentaste:
https://www.youtube.com/watch?v=7km-GRCtVq4
La preferencia musical proporciona la ventana perfecta al alma de una persona.
