De obeso a Finisher IRONMAN

Por: Adonys Tupac Ramirez

¿Qué es ser un Ironman?

Esa es la primera pregunta que surge con este título. Muchos pensarán en Tony Stark, sin embargo, no es el tipo de Ironman de quien voy a hablarles.

En el año 1977 en la isla de Hawái hubo un debate entre los deportistas de la isla, miembros de diferentes clubes discutían acerca de quiénes eran los mejores del lugar, si los nadadores o los corredores. En esa ocasión, el comandante de la marina estadounidense, John Collins, quien estuvo presente en las discusiones, señaló que un reciente artículo de la revista Sports Illustrated había declarado que Eddy Merckx, —un gran ciclista belga— tenía el más alto nivel de captación de oxígeno (VO2) que cualquier atleta en esos años. Dijo que quizás los ciclistas eran los mejores, pero sugirió que el debate debía resolverse a través de una competencia que combinara las tres carreras de larga distancia que existían en la isla: la Waikiki Roughwater Swim (3.862 km de natación en aguas abiertas), el Around Oahu Bike Race (180 km de recorrido en bicicleta, originalmente un evento que se dividía en dos días) y la maratón de Honolulu (42.195 km).

Por la extrema dureza de la prueba Collins dijo: “Quien quiera que termine en primer lugar, vamos a llamarlo Ironman”. De los quince hombres que empezaron en la madrugada del 18 de febrero de 1978, doce terminaron la carrera; el primer Ironman fue Gordon Haller, que terminó la prueba en 11 horas, 46 minutos, 58 segundos.

“Actualmente se corren más de 25 carreras al año por parte de la franquicia Ironman”

en los cinco continentes, tienen alrededor de 700.000 finalistas desde que inició la carrera (0.01% de la población mundial). En el año 2018, más de 50.000 personas finalizaron la carrera, otorgándoles el título de Finisher o finalista Ironman, este se otorga a la persona que termina la carrera en un lapso menor de 17 horas; sin embargo, para la gran mayoría de aficionados no es importante el lugar en el que se termina, sino la finalización completa de la carrera con el fin de vencerse a sí mismos y contar así una historia de vida.

No existen limites…

Para correr esta carrera no existen límites de edad, pueden correr personas desde los 18 años hasta mayores de 75. El récord de la persona más longeva lo tiene la hermana Madonna Buder (monja norteamericana) que lo corrió a los 82 años de edad, teniendo en su haber más de 45 pruebas culminadas.

Tampoco existen límites por discapacidad, pueden hacerlo personas sin una pierna, ciegos y hasta personas sin dos piernas. Un gran ejemplo es Alessandro Zanardi, italiano, ex corredor de Fórmula 1 e IndyCar, quien en septiembre de 2001 sufrió un accidente donde perdió sus dos piernas. Después de una larga recuperación, en 2014 realizó un Ironman en un tiempo de 9 horas, 47 minutos y 14 segundos, compitiendo en bicicleta de mano y en silla de ruedas. No solo se convirtió en un Finisher Ironman en Hawaii, sino que en septiembre de este año ganó el récord mundial de esta carrera en Italia.

Tus retos deben ser tan grandes como tus sueños

Hace 7 años, era una persona dedicada tiempo completo al trabajo como cirujano y como profesor universitario, tenía malos hábitos alimenticios y a esto se le suma el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos con frecuencia.

Tengo el hábito de donar sangre una vez al año, en el 2011 encontraron que mi sangre tenía un color amarillo. Después de un análisis se mostró hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia con niveles de 600mg/dl (lo normal es menos de 150mg/dl).

Este fue el primer signo de alarma. Programé una valoración médica (es muy raro que como médicos lo hagamos) y obtuve unos resultados muy inquietantes: peso de 105 kg con un porcentaje de grasa del 45%. Estaba enfermo y no lo sabía, o no lo quería saber, tenía signos de una enfermedad que se llama síndrome metabólico: obesidad, hipertrigliceridemia, sedentarismo, asociados a niveles de alto estrés y mala alimentación.

enfermedades isquémicas del corazón, cerebrovasculares y enfermedades crónicas de las vías respiratorias

Según estadísticas del DANE de 2016 y 2017, las tres principales causas de los fallecimientos en Colombia son: las enfermedades isquémicas del corazón, con 60.944 casos (17,1%); las cerebrovasculares, con 24.548 casos (6,9%); y, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, con 22.709 casos (6,3%). Entre las 10 complicaciones más frecuentes están las asociadas a la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, lo que refleja que no se tienen estilos de vida saludable en la población colombiana.

Dentro del gremio médico hay diferentes estudios que demuestran que las causas de mortalidad están asociadas al cáncer y a enfermedades cardiovasculares. Otros estudios la asocian al poco tiempo que los pacientes dedican a la actividad física, y a su desconocimiento en la prescripción del ejercicio.

Como profesional de la salud, yo no era un ejemplo, ni tenía autoridad moral para recomendar a mis pacientes estilos de vida saludable. Por eso, tomé la decisión de cambiar mi vida, afrontar los malos hábitos y vicios y regalarme vida.

Había decidido entonces hacer una carrera Ironman a los 40 años.

Atravesé la puerta del reto (a mis 38 años de edad), encontrando penumbras, desconocimiento, dudas y mucho temor. Desconocía la preparación física, aeróbica y nutricional para poder enfrentar el reto.

Mi primera tarea fue re definir mis prioridades, pasar del trabajo a la salud. Dejé de realizar turnos de noche y empecé a ajustar mis horarios. Inicié la búsqueda de un equipo que me apoyara, un entrenador, una nutricionista deportiva, personas que hubieran realizado la prueba y pudieran aconsejarme y acompañarme. Siempre es importante el trabajo en equipo.

Fueron casi 2 años de preparación, con diferentes carreras realizadas, (10k de Bogotá, Media Maratón del Desierto, Triatlón de San Andrés, IM 70.3 de Mont Tremblant). Algunos pensarán que es mucho tiempo, o tiempo perdido, pero fue la mejor inversión: invertí en mi salud, en mi cuerpo y en la preparación para la competencia.

Después de todo ese esfuerzo, llegó el día esperado: 30 de noviembre de 2014 en la isla Cozumel en México.

Me levanté a las 5 am para llegar al sitio de la carrera y hacer los últimos ajustes de los equipos. A las 7:05 am inició la prueba de natación en un mar transparente y hermoso (con una de las barreras coralinas más hermosas del mundo). Seguido, una carrera en bicicleta extremadamente difícil, con el viento en contra, 90 km con 2 pinchadas y con un estado físico y mental muy afectado. Llevaba unos planes de tiempos en mi mente que allí se fueron al traste. Terminé con la maratón absolutamente extenuado, con muchas sensaciones negativas pues en ese momento iniciaba la etapa más dura, aquella de llevar el cuerpo al límite y tratar de engañar la mente.

Como en la vida, fui por pequeñas metas, le puse pequeños retos a mi mente y cuerpo, inicialmente cada 5 km, finalizando cada 200 metros. Después de 14 horas y 40 minutos llegué a los últimos 100 metros brillando como una estrella de Hollywood, en la alfombra azul (no roja), con música, luces y un animador que decía tu nombre mientras atravesabas la meta. Una gran felicidad, lágrimas y muchos sentimientos vinieron a mi cabeza acompañados de imágenes de los últimos años. Me esperaban mis amigos y mi esposa para celebrar este gran reto.

¿Qué pasó después de cruzar la meta?

Días después, decidí reunirme con unos amigos y motivar a otras personas para que realizaran actividad física y se contagiaran de lo que estábamos viviendo. Iniciamos un club deportivo aficionado que ha ido creciendo y con el cual continuamos compitiendo en diferentes eventos y carreras, motivando a las personas.

Aprovechando el programa Médico saludable = Paciente saludable, iniciamos una campaña de concientización médica en la que le contamos a nuestros colegas la experiencia vivida. Lo hicimos en colegios, congresos médicos y nutricionales a nivel nacional. Además llegamos a ser speakers en el primer TEDx Neiva 2017.

Desde entonces no he parado, el deporte cambió mi vida y además me ha servido como motivación para poder enseñar y aprender de muchas personas, pues al final, eso es lo que somos, un manojo de #VidayRetos.

2 COMENTARIOS

    • Buenas tardes, Señora Hanna, nos alegra que te guste el contenido, te invitamos a leer y a comentar nuestros nuevos artículos.

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